La enorme cabeza bulbosa, los grandes ojos y los ocho inconfundibles brazos del pulpo le dan un aspecto que ya de por sí bastaría para considerarle un animal singular. Pero la característica más asombrosa del pulpo es, con diferencia, el amplio abanico de técnicas que emplea para evitar o malograr ataques de sus enemigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario